Vuelvo a la escuela. Macros de verdad









Nunca me las he dado de nada en esto de la fotografía, sobretodo porque no puedo, pero este pasado fin de semana, recibí toda una lección, no de humildad, pues quién me conoce sabe que no soy para nada narcisista o vanidoso, sino de las que te hace empezar a ver tu afición de otra manera. Y no, no eran datos nuevos, ni el santo grial de la fotografía lo que me contaron, que a modo de templario tuviera que custodiar los más deseados secretos de la plasmación de imágenes en megapixels.

Todo fue mucho más sencillo que todo eso. Este fin de semana, durante un curso de fotografía de setas, Bolets como decimos en Catalunya, nuestro profe Alex Alonso, nos enseñó valiosos consejos, valiosísimos diría yo, sobre como debemos sentirnos ante la acción de tomar fotografías. Como enfocar nuestro tiempo a conseguir la imagen que más nos emocione a nosotros, no pensando en gustar a los demás, fijarnos en los detalles que nos ofrece la naturaleza, como su luz, sus murmullos del viento, los rumores del agua, y como intentar encontrar el nirvana en esa foto... bueno, aquí me he venido un poco arriba, lo reconozco ;), pero fue toda una lección, donde la máxima fue, o al menos entendí, que no nos aburramos en conceptos técnicos, y que si a mi me mola utilizar diafragmas muy abiertos, aunque no sea lo más recomendable en el macro, pues que c!!!o, si el resultado es el que te gusta, eso es lo que vale y nada más!! ojo a lo que digo, porque así es como uno puede conseguir ese tan codiciado tesoro que buscamos todos, el sello inconfundible como fotógrafo, y haciendo lo que me salga de la entrepierna, es la linea que voy a seguir!!

Así que os voy a mostrar siete, ni una más, de las fotos que saqué en el curso. Os aviso que os pueden resultar una auténtica porquería, pero como os he dicho antes, yo me sentí muy a gusto mientras las hacía, y así lo sigo pensando, aunque bueno..., seguro que las podré mejorar, pero nada, nada, son las que me salieron del alma, y así va a ser a partir de ahora. Punto!!


Allá va la primera.

© Miguel A. Salor

No me preguntéis como se llama, pues como soy un poco tímido, no le pregunté, aunque con eso y todo, invadí su privacidad sin permiso... Lo dicho, me ha quedado un poco quemadilla por arriba, pero la luz del Sol valía y mucho la pena, no creéis ?? y si no coincidís conmigo, mala suerte!! oye, me está molando esto de ser tan vaciletas, jajaja, ya verás tu que velocidad de perder seguidores...


© Miguel A. Salor

De esta especie, deciros que lo primero me costó un huevo encontrarla, pues no es de mayor tamaño que mi meñique,e igual de fino. Me transmitía una soledad, no sé, estaba allí tan sola, tan indefensa, que le hice compañía durante un rato. Quizás con las ramitas en el mismo ángulo, pues hubiera ganado, pero son esas cosas que hay que pulir. Aprender a mirar.


© Miguel A. Salor

En esta ocasión, la hoja me vino que ni pintada, pués mi idea era situar la imagen en el contexto del tiempo. Hoja caída y seca, temporada de setas, vamos, Otoño. Lo veis así?? no las tengo todas conmigo de si el encuadre y el foco en el sombrero de la seta, fue el mejor sitio para centrar la atención, no sé, no sé...


© Miguel A. Salor

Aquí fué sencillo decidirme porque la fotografié. Menudo tamaño!! me tuve que salir del bosque para poder fotografiarla con el macro 105!! en serio, el diámetro sería cercano a los quince centímetros, y la altura, sobre los veinte, así que aunque no me transmitiera una conjunción de los elementos cósmicos, la hice porque, quien no quiere tener como trofeo fotográfico semejante bicho??


© Miguel A. Salor

En esta ocasión, me gustaba como al colocar en esa posición al hongo, iba creando distintos planos mediante el desenfoque, siendo las lineas de los planos, las que me hacían recorrer la imagen hasta llegar al final. Otra vez, lo más crítico, el punto de enfoque, y donde ponerlo. También hay que añadir, que cuando te encuentras con que el fondo está tan cerca y buscas desenfoques, no te queda otra que utilizar diafragmas muy abiertos para lograrlo, con la consecuente perdida de profundidad de campo y de calidad.


© Miguel A. Salor

Un plano bien cerrado, mostrando los detalles de los tejidos del monstruo de más arriba. Me quedé fascinado con en el entramado de fibras, como si fueran telas y cartón. Como narices la naturaleza puede crear esto, como??


© Miguel A. Salor

Vuelta a la primera de todas de la serie, pero esta vez sin quemaduras de primer grado en el gorro... no me la quería traer sin intentar tratarla con un poco más de cariño. Así que en esta lo que intenté fué hacer una correcta exposición del protagonista.


Y con esta termino la entrada de hoy. Ala!! a cascarla, que como hoy estoy tan chulillo, me despido como me da la gana ;)

Saludos,
MA


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